El legado
de Antoine Le Coultre a la relojería es único: su genio inventivo, su
sentido de la perfección y la Manufactura que fundó en 1833. Sólo un
hombre como él pudo definir el nivel de calidad con que hoy la firma
mide sus creaciones. Tras su unión con Edmund Jaeger en 1925, Jaeger-Le
Coultre siguió teniendo come bandera el amor por el trabajo bien hecho
y una insaciable curiosidad científica que se aprecia en sus bellas
y complicadas piezas relojeras que nacen de los artesanos talleres situados
en el Valle de Joux (Suiza). Allí, todas las piezas de los relojes Jaeger-Le
Coultre, hasta el más pequeño tornillo, son realizados con sumo detalle
para garantizar una longevidad legendaria. La historia del tiempo en
Jaeger-Le Coultre, marca que es distribuida en nuestro país per Catol,
S.A., se ha engalanado por relojes tan exclusivos come el Reverse, que
representa el 60% de la cifra de negocios de la compañía, y que se declina
en los modelos Duoface, Day-Date, GT, Duetto, Florale y Reveil. La
idea de estos relojes nació en 1930, ante el capricho de algunos oficiales
británicos de poseer un reloj capaz de resistir la violencia de una
partida de polo, conservando una distinción digna de caballeros.
Con Reverse,
el cristal del reloj queda protegido per una caja finamente grabada,
o se poseen dos relojes y dos husos horarios accionados por un solo
mecanismo. Y la línea Master -Control, Reveil, Date, Cronógrafo y Geographique
conduce a la conquista de lo espectacular, después de 1.000 horas de
pruebas y controles. La búsqueda de lo absoluto es otra de las características
de Jaeger-Le Coultre, que uniéndola a su imaginación hace concebir piezas
tan maravillosas como el reloj de sobremesa Atmos de las más insignificantes
variaciones de temperatura extrae la energía que le permite funcionar
sin darle cuerda durante más de 600 años... porque no hay secretos para
esta firma que trata, sin cesar, de alcanzar la máxima perfección.
[ Inicio ]
www.sobrerelojes.com