Partiendo de la
base de que soy un absoluto ignorante en temas de técnica relojera,
pero también precisamente por esto, me ha parecido interesante
compartir con aquellos que se encuentran en la misma situación
que yo (es decir, en la fase "n.p.i.") cómo he llegado
a comprender cómo funciona el escape de un reloj mecánico.
El problema que yo me he encontrado, es que en las explicaciones y animaciones
que había encontrado, daban muchas cosas por sabidas o las dejaban
como obvias, pero para mí no lo eran en absoluto. Espero que
os sirva de ayuda a aquellos que estéis como yo estaba hace apenas
unas horas :-))))) Os recomiendo que lo leáis junto con una animación
o gráfico. Los que ya lo sabéis, podéis saltaros
el ladrillo... o mejor leerlo y corregir cualquier burrada que haya
puesto (que también es posible).
Aviso que
tiene muchas simplificaciones para hacer su comprensión más
sencilla. Es conveniente ampliarlo con descripciones más detalladas.
Saludos y... ¡allá va!:
El escape
es el órgano regulador del movimiento del reloj. En otras
palabras, es el elemento que hace que el reloj mida el tiempo de manera
precisa, regulando la liberación de la energía almacenada
en el muelle
real de manera constante y adecuada.
El muelle
real, impulsor de todo el movimiento del mecanismo, se
encuentra en el interior de un elemento denominado barrilete. El barrilete
consta de un cuerpo hueco cilíndrico, atravesado por un eje vertical
central, y una tapa sobre la que se sitúa una rueda. Dentro de
este cuerpo
cilíndrico se encuentra el muelle real, con forma de espiral,
el cual
se encuentra sujeto por su extremo interior al eje del barrilete y,
por
el otro, a la pared del cilindro. De esta manera, cuando el muelle
libera su fuerza, dado que el eje se encuentra fijado a la platina,
hace
que el barrilete gire sobre este eje.
La rueda
de la tapa del barrilete, está en contacto con el tren de
ruedas, al cual transmite este movimiento proporcionado por el muelle
real.
El tren de ruedas está formado por tres ruedas, cada una de las
cuales
tiene adosado un piñón mucho más pequeño.
Cada rueda comunica el
movimiento al piñón de la siguiente. De esta forma, el
barrilete comunica la
fuerza al piñón de la rueda de los minutos, el cual hace
girar también
a la propia rueda. La rueda de los minutos, transmite la fuerza al
piñón de la rueda media, la cual la transmite al piñón
de la rueda de los
segundos.
Hasta aquí,
todo parece obvio y podría dar la sensación de que ya
está.
Pero no, no está. Si cogemos un muelle en forma de espiral y
lo
tensamos, al soltarlo, tenderá a volver a su forma original lo
más rápidamente
posible, así que el movimiento de las ruedas será muy
rápido y corto,
por lo que no servirá en absoluto para medir el tiempo de forma
precisa
durante períodos relativamente largos. Para conseguir esto, se
utiliza
el escape.
El secreto
del escape se encuentra en la utilización de acontecimientos
de duración conocida, por lo que, limitando el movimiento del
mecanismo
y en última instancia (o primera, depende como se mire) la liberación
de la fuerza del muelle real a esta duración conocida, se puede
conseguir esta precisión en la medición del paso del tiempo.
El acontecimiento
que se utiliza para esto es la oscilación de una pieza denominada
volante. Esta pieza, de forma circular con un eje central que la cruza
de
parte a parte y el cual está fijado en su centro para permitir
su
rotación bi-direccional, realiza constantes semi-oscilaciones,
normalmente no
giros completos, y de carácter alterno, una en cada sentido.
A estas
semi-oscilaciones se las denomina también alternancias.
Volviendo
donde lo dejamos, la rueda de los segundos está en contacto
con otra rueda denominada rueda del escape, con unos dientes mucho más
largos. El movimiento de esta rueda está controlado por un elemento
denominado áncora, con una forma parecida a un ancla. El áncora,
finalmente, se encuentra en contacto en su extremo opuesto, con el eje
del
volante, y su amplitud de movimiento se encuentra limitada por dos piezas
llamadas espigones.
Cuando
el volante gira en una dirección, una pequeña pieza en
su eje
golpea al áncora, haciendo que esta gire en sentido contrario
y liberando
un diente de la rueda de escape, el cual queda atrapado en el extremo
contrario del áncora. En el siguiente giro, esta misma pieza
golpea al
áncora en sentido contrario al anterior, haciéndola liberar
al diente
que previamente había frenado y capturando al siguiente, y así
sucesivamente. Es precisamente esta sucesión de acontecimientos,
de la cual se
conoce su duración exacta y se produce un número de veces
por segundo, la
que hace que el movimiento completo se mueva de manera precisa. Este
número de veces concreto se conoce como alternancias, que suelen
medirse
por hora. Esto es, 28.800 alternancias / hora, implica 28.800 / 3.600
=
8 semi-oscilaciones por segundo. El famoso “tic-tac” de
los relojes
mecánicos proviene precisamente del golpeteo del áncora
contra los dientes
de la rueda de escape, y habrá tantos golpecitos por segundo
com!
o alternancias.
La explicación
anterior está incompleta, ya que el volante no gira por
sí solo, necesita de alguna fuerza para girar. En una semi-oscilación,
es la fuerza del muelle real, transmitida por el tren de ruedas, de
éste a la rueda de escape, de éste al áncora y
de ésta, empujando la pieza
del eje del volante, la que lo hace girar. El volante vuelve entonces
a
su posición gracias al muelle espiral, curiosamente con forma
de signo
de clave de sol, el cual se encuentra sujeto al pitón por un
lado y al
eje del volante por el otro, siendo mucho más pequeño
y débil que el
muelle real. Este muelle se ha enrollado en la semi-oscilación
anterior,
cuando llega a su límite, se desenrolla obligando al volante
a realizar
la siguiente semi-oscilación en sentido contrario. De esta forma,
el
escape limita el movimiento del mecanismo completo y, a su vez, se
aprovecha de él para funcionar.
En cada
semi-oscilación, el muelle real se libera un poco, y hace que
el movimiento completo se mueva y transmita este movimiento a las
agujas. Por ejemplo, la aguja de los segundos dará pequeños
saltitos con cada
semi-oscilación. En el ejemplo anterior, se moverá 1/8
de la distancia
entre los marcadores de los segundos de la esfera. Esta distancia tan
pequeña y rápida, hace que parezca que la aguja tiene
un movimiento
continuo, pero no es así, realmente va a saltos.
Queda un
tema de vital importancia para el funcionamiento satisfactorio
de todo el conjunto. Hemos visto que la secuencia de semi-oscilaciones
marcan el ritmo de marcha del reloj, de forma que una semi-oscilación
debe durar exactamente, volviendo de nuevo al ejemplo anterior aunque
se
puede generalizar, 1/8 de segundo. La manera de ajustarlo es haciendo
que las semi-oscilaciones sean más o menos cortas. Para ello,
se gradúa
la longitud del espiral mediante la raqueta, actuando en los espigones
que lo sujetan, haciendo las semi-oscilaciones más o menos largas
en el
tiempo. Este ajuste debe ser muy fino, ya que cualquier variación,
por
pequeña que sea, se realizará 28.800 veces cada hora,
por lo que su
importancia es enorme.
Otro problema
añadido es el isocronismo, es decir, que dos eventos
tengan una duración idéntica, independientemente de las
condiciones.
Lamentablemente, esto no es así. El muelle real, por ejemplo,
transmitirá más
velocidad al desenrollarse cuando esté muy tenso que cuando no
lo esté.
A su vez, el volante se ve afectado por la temperatura, el rozamiento
del aire, cuánto de precisos se ha sido a la hora de hacer coincidir
su
baricentro con el eje de rotación (hoy en día esto ya
no es problema,
pero sí en la antigüedad y es el origen del tourbillon),
etc. El
espiral, al ser tan fino, también plantea sus problemas de deformación
por
temperatura, por ejemplo, ya que si varía su longitud, como se
ha visto,
afectará directamente a la precisión del mecanismo completo.
Por estos
motivos se emplean materiales muy estables, como Glucydur para los
volantes o Nivarox para las espirales.
Lo más
recomendable para los no iniciados es admirar toda esta
maravilla en funcionamiento por otros métodos que no sean destripar
un reloj.
Por ejemplo, existe una fantástica animación aquí:
http://www.montres-passsion.com
La explicación
anterior se corresponde con el escape más habitual, pero
a lo largo de la historia han habido numerosas variaciones, siendo la
última hasta el momento el Dual Direct Escapement de Ludwig Oeschlin,
que incorpora Ulysse Nardin en su modelo Freak. Pueden verse estupendas
animaciones de estas variaciones en:
http://www.clock-watch.de
(sección “Theory” -> “Escapements”)
Angel.
Artículo
publicado en el foro de sobrerelojes.com